Un elfo de mediana estatura se apareció una noche al jardinero saltando desde las ramas de un nogal :
- Hola jardinero - e dijo con una amplia sonrisa -Vengo como mensajero de los espiritus de la naturaleza de esta comarca para pedirte que tu unas a nosotros en la fiesta que daremos mañana por la noche en jardin .
El jardinero, una vez repuesto de la sorpresa de tan inesperada aparición, le dijo al elfo :
- Sé bien los trabajos que habéis estado haciendo a lo largo de toda primavera. Por todas partes han salido más flores que nunca, con los más hermosos colores; y en todos los árboles he visto multitud de tiernos brotes que han ido creciendo fuertes y bellos. Bien está celebrar el término de vuestros esfuerzos con una gran fiesta. Aunque no sé cómo puede encajar un ser humano en vuestros festejos y alborozos.
- Bueno... - dijo el elfo ladeando la cabeza-, cierto es que nunca invitamos a los hombres a nuestras fiestas, porque los hombres no respetan nuestros trabajo ni la vida que les rodea. Pero tú eres diferentes y nos ayudas en nuestras labores, y nos gustaría que nos acompañaras ahora que hemos terminado con ellas.
Le jardinero reflexión durante un momento sobre las palabras del elfo, que esperaba su respuesta sonriendo nuevamente.
- De acuerdo - dijo por fin -. Mañana por la noche uniré a vosotros en vuestra fiesta.
Y el elfo dado un pequeño salto de alegria , desapareció entre el follaje del jardín
- Hasta mañana jardinero ! - le oyó decir mientras se alejaba .
Al dia siguiente, por la noche, caudieron al jardín todos lo espiritus de la naturaleza de la comarca: gnomos, silfos y ondinas, ninfas y elfos, minúscula hasas y duendes traviesos. Y el jardinero se unió en su celebración cantando y bailando hasta el amanecer.
Dias después un pastor contó que le había visto danzando solo entre los fresnos y las madre selvas en la noche de San Juan
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